Sus manos pequeñas, sucias y heladas...
eran cerca las 10 de la mañana (creo), venía recien entrando a la sala de clases, su cara notaba un aspecto de angustia, lo noté por sus ojos brillantes que me miraron al mismo tiempo en que se sentaba es su puesto. Suposiciones llenaron mi mente que intentaban responder al aspecto de aquel niño....
Inesperadamente se acercaba tímidamente a mi lugar, pero al mismo tiempo desesperadamente buscando ayuda quizás... e inevitablemente me volvi insignificante con su mirada, que esta vez se encontraba frente a la mía. - ¿Qué te pasó?- bastó con pronunciar sólo tres palabras para que la primera lágrima cayera por su rostro sucio y pequeño.
........y enmedio del bullicio insoportable me abrazó con miedo, lo abrazé con fuerza, y supe que había sentido la confianza necesaria para contarme que su madre le habia quemado el cuerpo con un cigarrillo.......
Un calor invadió mi cuerpo inmediatamente, un nudo en mi garganta, me mordí los pómulos por dentro (suelo hacerlo cuando quiero llorar), me quedé quieta nisiquiera se por cuanto tiempo, y sentí el dolor de él, quise gritar, quise pegrale a aquella mujer, gritarle garabatos, palabras que le dolieran, escupirla... ¿pero que más iba a hacer, si era a él a quien tenía en frente?.... volví a abrazarlo, busqué su mirada tratando de aliviar su dolor.....
La técnico ( ridicula denominación para ella, ya que la educadora "brillaba por su ausencia") comenzó a llamar a los niños al baño.... él nisiquiera alcanzó a desayunar y comenzó su caminar desprevenido y quebradizo hacia sus demás compañeros, entonces comprendí que pude calmar su tristeza, pero no pude aliviar su dolor.....
-experiencias-práctica inicial 2007
espero les guste, y bueno suelo escribir para aliviarme un poco, para remediar el estúpido defecto de no poder expresarme con mayor facilidad....
saludos!
naty
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1 comentario:
Naty, yo también hago algo semejante a morder los pómulos, pero ahora no lo necesité, no tengo porque contener mis lágrimas, pues son las 4 de la mañana, el mundo en gral. duerme, me acabo de despertar para intentar estudiar y recordé que dijiste que habías escrito algo, así es que me acordé y busque la página.
Maravilloso relato el que tu hiciste, comparto esas ganas de putearla, pues si hay algo que nos asemeja como estudiantes de esta carrera es una sensibilidad especial hacia la niñez, no se trata de ese imaginario irrisorio de que "somos tan tiernas las tías". Por lo demás, mis sobrinas de 6 y 8 años se encuentran junto a mi, durmiendo, si alguien les hiciera un daño como el que tu cuentas, para mí sería tan doloroso como es a veces enfrentar la vida misma.
Saludos y espero avanzar algo en esto, pues la angustia me carcome
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